" AL BORDE DE LA NOTICIA" | por Jairo Gutierrez | columna
El
pasado 9 de diciembre durante su mañanera el presidente Andrés Manuel López
Obrador entregó los Premios Nacionales de Ingeniería y Arquitectura 2020 por
el compromiso, trabajo y contribución al desarrollo del país. Entre los
premiados se encuentra Fray Gabriel Chávez de la Mora por su trayectoria en la
construcción de edificios religiosos.
Se hizo la presentación del perfil de Gabriel
Chávez de la Mora, Fraile benedictino formado en la Universidad de Guadalajara,
José Francisco Reygadas Valdez, presidente de la Academia Nacional de
Arquitectura, recordó que entre sus proyectos participó -junto con los
arquitectos Pedro Ramírez Vázquez y José Luis Benlliure- en la Basílica de
Guadalupe.
Tras recibir el reconocimiento, Chávez de
la Mora señaló que su trabajo ha respondido a una etapa importante de cambios
en la iglesia católica, tanto en obras nuevas como en la adaptación de obras
anteriores, en un esfuerzo de adecuación a la época.
“He preferido una arquitectura modesta, de
austera sencillez, destacando la verdad de sus materiales, no ya las místicas
formas y alturas del el gótico ni los brillos del barroco”, pero “con la misma
carga de poesía, belleza y mensaje inspirados”. Expone Chávez Mora.
Además,
pidió al presidente “que su gobierno no recorte presupuestos, al contrario que
robustezca los presupuestos destinados a las entidades que velan por la
protección, restauración, reconstrucción o mantenimiento de edificios de amplio
patrimonio de la historia”, puesto que es claro que estas estructuras han sufrido
afectaciones por el tiempo, clima y sismos.
El
presidente dejo en claro que el gobierno federal está comprometido con la
conservación del patrimonio histórico, cultural y arquitectónico por la
importancia que tiene en la historia de México. Es ahí donde nace la cuestión
de que tan cierto es esto.
Cuando
se habla de Patrimonio Cultural en nuestro país, se debe entender como el
riquísimo acervo que han heredado los mexicanos de hoy, el cual es producto del
devenir histórico de los pueblos que, en distintas épocas y de manera sucesiva
se han asentado y desarrollado en nuestro territorio.
Sin
embargo, muchos habitantes de este país que actualmente se identifica y se
distingue a nivel mundial con una sola palabra, México, no ha logrado
comprender a ciencia cierta, la complejidad que representa el carácter
pluricultural, multiétnico y plurilingüe de la gran nación mexicana.
El Patrimonio Cultural de un grupo social,
pueblo o nación puede ser tangible o intangible, material o espiritual, la
historia, como se sabe, es el resultado del quehacer de un pueblo que se
enfrenta en el tiempo a los más diversos retos para su existencia, permanencia
y reproducción.
Esa historia genera una cultura o diversas
culturas en un tiempo y espacio determinado, esa historia y esa cultura genera
una identidad, algo que une, que cohesiona, que diferencia y que distingue de
otros, la identidad cultural es la muestra de lo propio y de lo ajeno, por eso siempre se ha dicho que
un grupo social, pueblo o nación que conserva, protege, defiende y fortalece su
identidad cultural, es un pueblo que conoce su historia, que está consciente de
su presente y que tiene todo el poder de pensar, reflexionar y soñar su futuro.
Es por ello, que como mexicanos se debe
exigir a las autoridades competentes que siempre allá el suficiente presupuesto
para conservación de nuestro patrimonio cultural, puesto que el país se
distingue y gran parte de su maravillosa admiración se debe a este mismo.
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